La potranca que exhibió categoría al debutar en uno de los cotejos organizados en el Nuevo Hipódromo de Las Flores llegó al propietario con sólo siete días de vida y junto al píe de su madre. “Tenía muchas expectativas en esta alazana, pero ganó mejor de lo que esperaba”, dice su dueño Gustavo Uccelli. Ya es una frase casi repetida en el turf que “cuando se compra un Sangre Pura de Carrera, se adquiere una ilusión”. Gustavo Uccelli lo está viviendo en primera persona ya que su potranca Que Porteñita dio espectáculo al quedarse con una prueba sobre 600 metros y vencer por dos cuerpos y medios de ventaja, siempre con buena acción.“Al fin se nos dio”, era lo que repetía Uccelli cuando los suyos se acercaban para sacarse la esperada foto triunfal y hace muchos años que es propietario de caballos. Si bien Que Porteñita tiene sólo 2 años, el afecto empezó a profundizarse debido a que fue adquirida con la compañía de su madre Pena Máxima y con apenas una semana de haber nacido.
“Ya es parte de nuestra familia. Es una hija para mí. Además a la madre la tengo en el terreno de mi casa”, acota este hombre oriundo de la localidad santafecina de Diamante con un toque de emoción y nostalgia y luego agrega: “Uno siempre apunta a conseguir el triunfo y más en el debut. Debo reconocer que tenía muchas expectativas en esta tordilla, pero ganó mejor de lo que esperaba”.
Con esta gestión, los sueños surgen por sí solos y Gustavo no tiene problemas en compartirlos. “Ahora la idea es viajar a Buenos Aires y poder correr entre precoces”, declara sin dejar de seguir con su mirada a esta hija de Que Vida Buena que exhibe un buen porte físico.
La familia Uccelli se agrandó con más integrantes. Que Porteñita se sacó de encima a sus rivales en una contienda par productos debutantes y eso provocó la euforia de un grupo de personas que la adoptaron como parte de sus vidas.